El salto ubicado en Puerto Iguazú, en la zona de las 2.000 hectareas, lleva su nombre debido a que gran parte de las personas que lo visitan son turistas que se encuentran en la busqueda de lugares para visitar y atractivos naturales fuera de la oferta comercial.
El Salto del Turista es una joya oculta en Puerto Iguazú, ideal para quienes buscan una experiencia distinta y aventurera. Este encantador salto de agua se encuentra a pocos kilómetros del centro de la ciudad, ofreciendo una alternativa a las famosas Cataratas del Iguazú, pero con un toque más íntimo y natural.
Para llegar al Salto del Turista desde el centro de Puerto Iguazú, los visitantes pueden optar por un taxi, remis o un vehículo particular, recorriendo aproximadamente 10 kilómetros. Una vez que se arriba al lugar, el acceso al salto requiere descender por unas escaleras empinadas en un barranco, lo que añade un componente de aventura y emoción al recorrido. Este descenso es ideal para quienes disfrutan de la naturaleza y no temen un pequeño desafío físico.
El Salto del Turista es perfecto para aquellos que desean escapar de las multitudes y disfrutar de la serenidad de la selva misionera. Además, el entorno natural que lo rodea es un lugar ideal para la observación de aves y el contacto directo con la flora local. Aunque es menos conocido, este rincón de Puerto Iguazú ofrece una experiencia auténtica y única, lejos de las rutas turísticas convencionales.
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